columna oswaldo villaseñor

Dice la biblia que por sus actos los conoceréis. Y la verdad es que sí. Así como el periodista deja su huella impresa en su estilo de redactar, los delincuentes lo dejan en su modus operandi.

Evoco este pasaje, porque por cierto, en el día que se celebró la rifa del avión que no fue rifa del avión, en mi casa se dio por cuarta o quinta ocasión un robo que no fue robo. Pensé que estos días y esas prácticas que para mí fueron comunes entre los años 2011 y 2016 ya habían acabado. Parece que no y hay resistencia en desterrarse.

¿Y cómo está eso del robo que no fue robo se pudieran preguntar muchos? Muy sencillo. Lo describo.

Eran alrededor de las siete de la mañana cuando veo por la ventana que da a la cochera y descubro que la puerta de mi carro se encontraba abierta.

Al revisar su interior, todo era un completo desorden, pero todo se encontraba ahí. No se llevaron absolutamente nada.

El carro trae un teléfono especial que otorga la agencia automotriz que solo sirve para realizar una llamada de auxilio en caso de una emergencia vial en carretera. Su ubicación es debajo del asiento del piloto y lo dejaron encima.

Los documentos propios del carro que estaban en la guantera, algunos de ellos quedaron tirados en el piso y otros ahí mismo.

Eso sí, tampoco les interesaron mis lentes, la caja de herramientas, cargador del cel, ni nada que para un ladrón común hubiera sido oro molido y fácil de vender. Valga, no les interesó ni el carro que tuvieron todo a la mano para llevárselo y no lo hicieron.

Porque resulta que quienes cometieron ese ilícito, forzaron una ventana y por ahí se metieron a mi casa, tomaron las llaves del carro que se encontraban colgadas y con ellas mismas abrieron el carro. Es por eso que no se activó ninguna alarma. Fueron tan honestos y se los agradezco, que las llaves me las dejaron ahí tiradas en el piso a un lado de la cajuela del carro.

Evidentemente el móvil no fue robar y menos tuvieron la intención de hacernos daño. Nos hubieran agarrado a su disposición dormidos.

¿Entonces que buscaban con tal acción los delincuentes? ¿Información? ¿Acalambrar? ¿Dejar un mensaje nada codificado, sino bien decodificado y con huella visible? Si era lo último, lo lograron. Por sus actos los conoceréis y es que fue la misma firma de autoría o huella digital impresa. El mismo modus operandi de siempre.

Pero el evento sufrido ayer, no fue el primero de su tipo y con la misma huella impresa como lo comentamos. Ya hay toda una experiencia nunca antes vivida, pero debutada y revivida en varias ocasiones entre el 2011 y el 2016.

1.-Trascurrían los primeros meses del 2011 y en solo 20 días sufrí 6 asaltos muy particulares en un negocio de mi propiedad. La particularidad era la siguiente. Llegaba el asaltante sin cubrirse el rostro. Conocido en la comunidad y preguntaba por el licenciado –o sea yo- y al no estar presente, pedía se le entregará el dinero existente en la caja.

2.-Como decía el ex gobernador Alfonso G. Calderón cuando alguien no lo saludaba. El primero lo justifique y pues cualquier sinaloense en esa fecha estaba expuesto a ser asaltado.

El segundo lo entendí, igual que Calderón, pues dije ya se vició, si no le pasó nada en el primero regresó. Pero en el tercero y con días de diferencia, la reacción fue la misma que el ex gobernador. ¡Ah no; ha chingar a su mother! y a tomar cartas en el asunto.

Fueron 6 asaltos en total hasta que la claridad llegó, confesa por el mismo delincuente. Dijo quien lo enviaba y los motivos del lobo salieron a la luz.

Se habló con quien se tenía que hablar y los asaltos no regresaron en los 6 años siguientes.

2.-En los años siguientes hubo acciones similares. Rompen la ventanilla de mi carro, igual por la madrugada y en casa, dejan un completo desorden pero no se llevan nada.

Después fue “otro robo que no fue robo” en mi casa de la Villa de Ahome donde igual dejaron un desorden y no se llevaron nada.

Al día siguiente y mientras dormía en la casa de Ahome, se meten en mi casa de Mochis y repiten la misma operación. Nada se llevaban, pero algo buscaban.

3.-Tiempo después tomaba un café en el Vips de los Mochis y mi camioneta había quedado estacionada a pocos metros. Una hora después recibo una llamada telefónica de mi amigo Armando Ojeda Camacho para que pase a recoger mi portafolios a la tienda Suburbia que se encuentra en el mismo complejo comercial.

La sorpresa no era para menos. ¿Qué hace mí portafolios en la tienda? La respuesta de mi amigo fue contundente. Si no sabes tú, menos yo. A mí me hablaron para preguntarme si te conocía y les dije que sí, respondió.

Y la plática continuó. Me pidieron que te hablara y que pasaras con el guardia de seguridad de la tienda porque él tiene tú portafolios.

Incrédulo me dirigí a mi camioneta y efectivamente no estaba el portafolios. Mi compadre Roberto Hernández, exsecretario del Ayuntamiento con Polo Infante me acompañaba.

Al llegar a Suburbia me pidieron me identificara y al hacerlo me entregaron el portafolios. Todas mis pertenencias estaban ahí, menos la computadora y el cargador de la misma.

Estaban mis chequeras, una navaja multiusos que son codiciadas por los rateros entre otras cosas que bien pudieron utilizar. Nada se llevaron, solo la compu.

Mi denuncia de este último hecho solo fue pública en la radio donde aún laboro. Al autor intelectual del robo le pase al aire la clave de acceso para que no batallara y le hice una sola petición. Que la revisara y una vez que lo hiciera me la regresará.

Para él seguramente la información contenida en el disco duro de la compu no tendría valor, pues ya toda estaba publicada. Para mí el valor si era alto. Nunca regresó la compu.

4.-Con esta cronología de hechos más otros sufridos entre el 2011 y el 2016, se da el nuevo acontecimiento muy similar, es más, idéntico a los del pasado. ¿Será el mismo autor intelectual?

Lo cierto es que hoy si se puso una demanda penal de hechos en contra de quien resulte responsable y se dio aviso a la Secretaría de Gobernación, Marina y Ejército, así como a otras organizaciones en los días siguientes.

¿A quien acusa me preguntó el Agente del MP? A nadie, no tengo los elementos, pero si les dije de quien sospecho.

Investigar a los responsables materiales e intelectuales, es tarea de las autoridades. Esa chamba ya está en sus manos.

Habrá que estar pendientes.

PASO A PASITO.-Y se llevó a cabo la rifa del avión que no fue rifa del avión. Hasta ahorita los números ganadores que se conoce de quien son, pertenecen a hospitales. No va un solo particular.

Lo que si es que desde ayer se empezó a dar a conocer las cifras de la rifa y las cuentas no le salen al gobierno federal. Lejos de ganar dinero, le perdió. ¿Será así? Ya veremos los otros números, los del presidente.