columna joseluis

Lo ocurrido el lunes 31 de agosto en cámara de diputados federal simplemente es el corolario de un proceso que vive MORENA, que cada día que pasa acumula más conflictos, como si no fueran suficientes las dificultades que vive el presidente López Obrador que cada vez la ineptitud pinta su gobierno.

 

En la elección del 2018 fueron nueve los partidos que entraron a la cámara de diputados, con una composición de 191 diputados de MORENA, 61 del PT, 81 del PAN, 56 del PES, 45 del PRI, 27 de MC, 21 del PRD, 16 del PVEM y 2 de PANAL, que refleja que ningún partido tenía mayoría simple, como ahora tiene MORENA con 251 diputados.

 

¿Cómo obtuvieron sus diputados el PT y PES si el PT obtuvo el 5% de la votación y el PES perdió el registro? Por la coalición con MORENA y fueron los distritos que ganaron, diputados electos que MORENA les puso a esos dos partidos y ya en la cámara se reacomodaron y le sumaron el total de 251 a MORENA, más aún cuando el PES pierde el registro.

 

¿Qué refleja lo que ocurre en la disputa por la mesa directiva de la cámara de diputados? ¿Es tan importante como para mantener ese show? O peor aún, mostrar el desfiguro del coordinador de MORENA, Mario Delgado, que hace el papelón de votar a favor de Dulce María Sauri en la junta de coordinación política, y en el pleno de los diputados se abstiene, reflejando una seriedad muy pobre y que existe un nudo de intereses particulares de grupos y personas que se sobreponen a la institución.

 

¿Por qué comento lo anterior? Porque un problema tan sencillo se le complica tanto a MORENA, habla de que la guerra interna por la hegemonía o liderazgo de la herencia política de AMLO y MORENA, para ver quienes se quedan con la dirigencia, las candidaturas del 2021 y probablemente también la candidatura presidencial de 2024.

 

El PT y MORENA son los únicos dos partidos que quedan en la coalición de 2018 “juntos haremos historia” y el PT es el partido que fue creado en 1990 por el hermano incómodo de Carlos Salinas, Raúl Salinas, junto con los maoístas y su eterno dirigente Alberto Anaya, precisamente para capitalizar el proyecto presidencial de Salinas “Solidaridad”.

 

No es casual que el PT sea la sede política de Manuel Bartlett, su principal figura en el gabinete ampliado del presidente al dirigir la CFE, tener la gubernatura de Puebla con Miguel Barbosa y varias presidencias municipales de capitales del país y municipios importantes, como Ahome aquí en Sinaloa.

 

El PT está mucho más acuerpado que MORENA. Allí solo una voz manda, la del profe Alberto Anaya y, a diferencia de MORENA, ellos trabajan no la proyección de su partido, sino el “acoplamiento” con MORENA para imponerle candidatos en la elección del 2021.

 

Ellos ya trabajaron todo el país y para los 300 distritos, 15 gubernaturas y miles de municipios que se van a elegir ya tienen candidatos a proponer y han desarrollado una estructura con suficiente anticipación para ganar incluso las competencias internas con MORENA.

 

El PT le está disputando a MORENA quién dirige el amlovismo, quién encabeza y capitaliza ese movimiento. Ellos están pensando que AMLO decaerá poco a poco su rol político electoral y en la sucesión presidencial se tratará de quienes tengan mayor influencia para definir el candidato a suceder al presidente.

 

No tiene otra lógica este pleito con el PRI, como no sea si hacérsela de “pleito ratero” al PRI, pero más que nada el trasfondo está la decisión sobre la dirigencia nacional de MORENA y el rol del PT en las próximas elecciones de 2021 y 2024… eso creo.