columna joseluis- Nuestra solidaridad con el Dr. Ernesto Hernández Norzagaray, por la censura en su espacio periodístico.

 

Una vez más, operando con sus socios mediáticos, el gobernador Rubén Rocha logro que otro critico de sus políticas, el Dr. Ernesto Hernández Norzagaray, fuera dado de baja de las páginas del periódico “Noroeste” con un especial semanal, por un lapso de más de 20 años, donde colaboro con sus ideas en la opinión pública y el prestigio del mismo diario, reflejando con ello, tanto el gobernador de Sinaloa, como el medio de comunicación, a los niveles de intolerancia y corrupción pública a los que se lleva de la mano, a la sociedad Sinaloense.

 

Lo que vivimos en materia de censura en los medios de comunicación, y si es equiparable a los tiempos del viejo régimen priista, autoritario, antidemocrático y corrupto, cuando a cualquier precio hacia valer su poder y su verdad, como si el mundo fuera único y la sociedad Sinaloense no anidara valores.

 

Es triste y penoso, ver a un personaje como el gobernador Rubén Rocha, sin el mas mínimo rasgo de demócrata que fue, como tampoco nada de aprecio para la sociedad que no merece ni una ni otra cosa y mucho menos, que le pretendan “dar atole con el dedo” “y sin embargo se mueve” como dijera Galileo Galilei.

 

Además de este vergonzoso episodio, que pasara sin duda a la historia, de que un tránsfuga de la democracia se convirtió en dictadorzuelo, también se conjunto con el citatorio que la secretaria de gobernación ha hecho para el día de hoy en la ciudad de México, tanto al gobierno de Sinaloa como a la Universidad Autónoma de Sinaloa, para establecer la mesa de diálogo y negociación a la que se comprometió el presidente de la república en su última gira por Sinaloa.

 

Tanto el gobernador Rubén Rocha, como el rector en funciones, Robespierre Lizárraga, se encontraran con la secretaria de Gobernación Dulce María Alcalde, por allá en el palacio de Cobián, para iniciar la plática que permitan llegar a una negociación del conflicto que el gobierno de Sinaloa sostiene contra la UAS, derivado todo de una violación a la constitución que cometieron el congreso de Sinaloa y el gobernador del Estado, que decretaron una ley de educación superior para el estado de Sinaloa, que es un Juez federal ya sentencio como inconstitucional.

 

Esa es la premisa básica del conflicto del que se ha derivado una reyerta política que se ha convertido en una persecución política de los dirigentes de la UAS y un gran daño en el prestigio de la centenario institución Rosalina.

 

Así pasamos del desencuentro por la censura, a la búsqueda de acuerdos para la conciliación UAS- Gobierno, asunto que empezó mal, por que desde el viernes que fueron citados tanto el rector como el gobernador, curiosamente se armó un expediente judicial en contra de Robespierre Lizárraga, para impedir que pudiera asistir a ese encuentro en gobernación.

 

Manifestando con ello, una vez más el gobierno su mala voluntad y el desconocimiento de la ley, en lo que varias veces han insistido y ahora no podría ser la excepción.

 

Con el citatorio judicial, para que el mismo día y a la misma hora de la reunión en gobernación compareciera el rector Robespierre Lizárraga, cometieron otro error y manifestaran su actitud dolosa, cuando la cita a una “audiencia especial” sin especificar nada de “para que lo quieran”, con el ingrediente de que para todo citatorio la ley establece un mínimo de 48 horas y en este caso fue de 40 horas.

 

Al final, el hecho consistía en declarar ausente el interlocutor en la mesa de dialogo en gobernación y seguir Rubén Rocha con “su guerrita” infantil contra la UAS. En fin.