columna joseluisAyer, día de los muertos, de nuevo en Badiraguato se volvió a observar el flujo de vehículos y personas que circulan por caminos y carreteras de todas las rancherías, quizás como en pocos municipios del estado, que hoy por hoy, dista mucho de aquel municipio de hace 15 años, considerado el más pobre de Sinaloa.

 

Lejos muy lejos aparece de esa imagen de marginación y carencia debido al poderoso impacto que ha tenido la carretera Badiraguato – Surutato que se construyó en el gobierno de MALOVA, mismo impacto que lo tendrá la Badiraguato – Parral que ahora se concluye en el gobierno de Rubén Rocha, así como toda la conectividad carretera que se ha logrado también con los caminos debajo de la cabecera municipal y la inercia social con la rentabilidad económica que representa la capitalización de los territorios por la infraestructura construida.

 

Y lo que ha resultado un poderoso atractivo turístico, es sin duda el monumento – museo a “san judas” prácticamente en la cabecera municipal resultando único en Sinaloa, ha dado como resultado un atractivo turístico que vino a redondear toda esa inversión pública.

 

Con ello se ha construido una excelente plataforma para construir un “segundo piso” al municipio con proyectos que en otros tiempos no tuvieron esos cimientos y fracasaron entonces.

 

Me refiero en la potencialidad productiva que pretendieron muchos badiraguatenses y en específico varias familias “surutateñas”, como la de los “López Zepeda”, que fueron capaces de construir hace 60 años la primera represa de Surutato que irrigo en su momento, mas de 20 mil arboles frutales, manzanos, duraznos y pistaches, producción que fue menos rentable que “las otras” y ante las que perdió la batalla entonces.

 

Esta comprobado con creces la alta productividad frutícola, hortícola y de flor, ya que este municipio tiene una diversidad de microclimas fácilmente aprovechables, que ligados al poderoso turismo de montaña y el culinario, si se quiere agregar, puede resultar el municipio modelo para todos los municipios serranos de Sinaloa que han esperado mas un siglo para superar la pobreza.

 

Que le hace que algunos de sus tradiciones originales se vengan diluyendo, como la que describió el Dr. Gilberto López Zepeda hace 50 años, cuando compuso el corrido de Surutato en el que una de sus estrofas dice “nosotros somos así, sin presunciones a nada y decimos siempre si, si un principio justo o la patria nos llama” para rematar con la fiesta de independencia al agregar “sus fiestas del 16 (de septiembre), nos une a todos contentos y afinamos la amistad con sumas y restas y algunos descuentos”

 

Por qué ahora ya festejan lo que quieren y cuando quieren, pero así es la vida, evoluciona y como tal, bien vale el impulso que ha adquirido Badiraguato, ojalá se aproveche pero que no se frene, detenga y menos retroceda. Hay muchas cosas que hacer, algunas que ya intentaron todos los viejos como se refleja su industrialización frutícola artesanal, pero existen múltiples expresiones que se pueden reivindicar.

 

Ojalá y José Paz López, su presidente municipal, le dé continuidad y amplitud a este proyecto. Puede resultar o, mejor dicho, está resultando ejemplar: échenle ganas.