columna oswaldo villaseñor

La política la alentó y la política la frenó. Ese pareciera ser el destino de la construcción de la planta de Fertilizantes que se construye en el puerto de Topolobampo y que está considerado como uno de los 50 proyectos estratégicos dentro del Plan Nacional de Infraestructura presentado por el Presidente Andrés Manuel López Obrador.

Y decimos que la política la alentó porque fueron muchas las denuncias que en su tiempo se hicieron alertando que los terrenos donde se construye no son los adecuados por ser partes de ellos considerados como zonas ecológicas protegidas.

Aun así, con todo el poder político alineado, desde el gobierno federal encabezado por Enrique Peña Nieto y desde el poder estatal encabezado por Mario López Valdés, la construcción de la planta de Fertilizantes empezó su construcción.

La Sagarpa Federal llegó a considerar que la planta de fertilizantes de Topo sería el fin de las importaciones de Urea y abarataría los costos de este y otros fertilizantes requeridos en la agricultura y por eso lo impulsaba.

Con el cambio de gobierno, la política cambió. El presidente López Obrador quedó atrapado en su estilo muy particular de enarbolar un discurso agradable a los oídos de su auditorio en turno.

A los vecinos de Topolobampo que se oponen a la construcción de la planta, les dice que sí ellos no quieren la planta no va. Que se hará una consulta popular para determinar qué es lo que quieren las mayorías.

Si se reúne con los empresarios, el presidente les promete apoyo irrestricto de parte de su gobierno para impulsar este tipo de proyectos que son estratégicos para el desarrollo del país.

Así ha lucido la travesía legal y política en la cual la construcción de la planta de Fertilizantes se ha visto inmersa. Un día un juez concede un amparo a los vecinos que se oponen y otro día el mismo juez y otro le da la razón jurídica a los empresarios que construyen la planta. La cereza del pastel la volvió a poner el presidente Andrés Manuel en su última visita a Sinaloa al afirmar que ordenará ya de una vez por todas, una consulta popular y eso determinará sí la planta se construye o no se construye.

¿Y la certidumbre legal? Esa pareciera no existir y la construcción de la planta dependerá del estado de ánimo que traiga el presidente Andrés Manuel el día que se tome la decisión final y una vez más será lo que diga su dedito lo que se impondrá.

Así el futuro de la planta de Fertilizantes se debate entre la defensa legal que libran ambas partes en conflicto, la política de un presidente que pareciera no querer responsabilizarse se una decisión de Estado que debe de tomar y la ilegalidad de una consulta popular y que da al traste con la misma ley Federal de Consultas Populares aprobada apenas el año pasado a petición del mismo presidente de la república.

La historia lo dice todo.

1.-En la primera visita que realizó el presidente López Obrador a Los Mochis en el 2019 –otras veces solo ha pasado- el colectivo ciudadano AQUÍ NO que se opone a la construcción de la planta de fertilizantes lo esperó con una manifestación a su paso y finalmente lo abordó. Ahí el presidente les dio por el lado.

Les dijo que conocía el tema y que ordenaría una consulta popular. Si la mayoría no la quiere, pues no se construye, les dijo.

2.-Posteriormente en la ciudad de Culiacán el presidente se reunió con empresarios quienes le urgieron la necesidad de que la planta se construya por el enorme beneficio que traerá no solo para Sinaloa sino para el país entero, toda vez que México no produce fertilizantes y todo lo importa a muy altos costos. El presidente también les dio por el lado a los empresarios y se comprometió a que la apoyaría.

Ahí sugirió que la empresa que construye la Planta de Fertilizantes les regrese algo a los vecinos, los beneficie con algunas acciones y se gane la voluntad de la gente. Así lo ha hecho la empresa desde entonces.

3.-Para el 5 de agosto de 2020, en otra visita realizada a Sinaloa, en esta ocasión a la ciudad de Culiacán, durante la conferencia mañanera, el presidente volvió a decir. “La planta de Fertilizantes solo se construirá sí la Consulta Popular lo apoya”.

4.-Para el 5 de Octubre de 2020, o sea dos meses después, el Presidente en palacio nacional junto a los hombres de negocios del Consejo Coordinador Empresarial, presentó con bombo y platillo los 50 proyectos estratégicos que su gobierno promoverá como parte del programa de detonación económica en el país y en ella incluyó la planta de fertilizantes de Topolobampo. ¿Tons Pues?

5.-Para el 2021, el presidente otra vez se volvió a contradecir. Nuevamente dijo que la conclusión de la planta la determinará una consulta popular que tiene ya dos años anunciándola y que desde luego no se ha hecho.

Pero el problema ahora es mucho mayor. En el 2019 no había una ley Federal de Consultas Populares. Hoy ya existe y una vez más el presidente queda atrapado entre lo que dice una ley que él mismo impulsó y su voluntad política personal.

La Ley Federal de Consultas Populares aprobada en Noviembre del año pasado, deja muy en claro que no podrán ser sujetos de consultas populares, o sea no podrán someterse a consultas, entre otras cosas, las obras de infraestructura en ejecución. La planta de Fertilizantes de Topolobampo ya está en ejecución. ¿Violará de nuevo el presidente la ley que él mismo ordenó al Poder Legislativo que le aprobara y que en estos días le urge que apruebe sus leyes secundarías para poder realizar la consulta popular de revocación de mandato?.

Uff.. se podría plantear que en otros tiempos la ley se impondría, pero eso no sucede con el Presidente López Obrador. En él es su voluntad y dependerá del estado de ánimo o necesidad política que tenga el día que ordene finalmente la consulta. De eso depende en realidad, si la planta de Fertilizantes se construye o no.

6.- Por lo pronto, los empresarios anuncian que si no hay definición en pronto tiempo, se podrían llevar su inversión al estado de Texas, Estados Unidos.

En Sinaloa y en Ahome la opinión está dividida. ¿Cuál se impondrá?

Eso lo veremos pronto, si es que antes los empresarios no emprenden la retirada.

Habrá que estar pendientes.

PASO A PASITO.-Los gobernadores de Sinaloa, Quirino Ordaz –en funciones- y Rubén Rocha –el electo- de nueva cuenta volvieron a realizar gestiones juntos.

Ayer tocó el turno ante la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.

Por cierto, ambos gobernadores no solo coincidieron en la gestión ante la SCT, sino también lo hicieron en el acto de rendición de cuentas del Senador Eduardo Ramírez, presidente de la mesa directiva del Senado.

Ahí Gerardo Vargas, alcalde electo de Ahome, aprovechó para tomarse la foto con ambos gobernadores.

Otro que también se tomó la foto con ambos gobernadores, y también la promovió en sus redes sociales, fue Héctor Melesio Cuén.

OTRO PASITO.-Por cierto ya que andamos con Héctor Melesio Cuén, el gobernador electo dijo que estaría en su gabinete pero no dijo en cual posición.

Pues bien, ya se dice que Héctor Melesio recibió la invitación para que sea el próximo Secretario de Salud.

Cuen ha estado muy activo en sus declaraciones sobre el manejo de la pandemia. ¿Será la víspera de lo que le tocará manejar en Sinaloa a partir del Primero de noviembre? Puede ser que sí.

UN PASITO MAS.-Ya lo advertíamos días atrás. Uno de los principales problemas para el regreso a clases, son las pésimas condiciones físicas en que se encuentran la mayoría de los planteles públicos y no se veía la menor intención de invertir en su rehabilitación. La mayoría, decíamos, se encuentran vandalizadas.

A quién le tocará el rescate de las escuelas nos preguntábamos. ¿Al gobierno o los padres?

Bueno ya hay respuestas. El gobierno insiste en el regreso a clases presenciales a partir del primero de agosto.

¿Cuál es el primer diagnóstico? Efectivamente que los planteles no tienen cableado eléctrico, se los robaron, no hay aires acondicionados, no hay agua etc.

¿Quién costeará su rehabilitación? El gobierno federal ya habló.

El ordenó el regreso a clases, pero obliga a los padres a firmar una carta responsiva por si algo que le pasa el niño con un muy probable contagio. ¿De quién será la culpa? Efectivamente del padre de familia.

Pero además, ya también se lavó las manos de la rehabilitación de las escuelas y esa se las encargó a los padres de familia y a los gobiernos estatales.

En pocas palabras. “Hágase la voluntad del señor, pero el señor no es responsable de nada”.

En fin.