*Somos trabajadores de la salud y tenemos que atender.

Culiacán, Sinaloa.– El director del Hospital General “Dr. Bernardo J. Gastélum”, Jesús Ramón Figueroa Vega, aclaró que la retención de una enfermera, ocurrida tras el intento de agresión a un paciente, se debió a los protocolos de seguridad y no a una instrucción directa de la institución.
Explicó que el hospital fue designado por autoridades estatales y federales como sede para la atención de pacientes con lesiones por arma de fuego, lo que ha representado un reto para el personal médico y de enfermería.
“Somos trabajadores de la salud y tenemos que atender a cualquier paciente que llegue, independientemente de su situación jurídica o calidad moral. No somos juzgadores ni ejecutores, somos un hospital”, enfatizó.
Relató que el día de los hechos, una mujer ingresó con un gafete falso, portando bata, gorro quirúrgico y cubrebocas. Tras pasar los filtros de seguridad, llegó hasta un paciente en el segundo piso e intentó introducirle una sustancia a lo que una enfermera que presenció la situación dio aviso inmediato a elementos de las Fuerzas Armadas, quienes detuvieron a la sospechosa.
Posteriormente, la enfermera testigo fue retenida más de una hora para rendir declaración, luego de que la persona detenida intentara implicarla en el hecho
“No fue una decisión de la dirección, sino parte del protocolo de seguridad; la autoridad tenía que escucharla y tomarle declaración”, señaló Figueroa Vega, quien agregó que podrían generarse citatorios adicionales para esclarecer los hechos.
El director reconoció que, pese a los filtros de seguridad y la presencia de fuerzas federales, la situación reveló fallas que ya se están corrigiendo con apoyo de la Secretaría de Salud y de las Fuerzas Armadas.
“Son días muy difíciles, no pedimos esta situación, pero nos toca enfrentarla con responsabilidad. Lo importante es que se actuó a tiempo y se evitó una tragedia”, concluyó.
REDACCIÓN/ CELINA FONSECA.