*Agustín Espinoza Laguna advierte que el campo mexicano enfrenta caída en la producción, dependencia de importaciones y falta de apoyos efectivos
Culiacán, Sinaloa, jueves 04 de septiembre de 2025. – La agricultura mexicana atraviesa una situación cada vez más adversa marcada por la caída en la producción nacional, la dependencia de importaciones y la insuficiencia de programas de apoyo, advirtió Agustín Espinoza Laguna, secretario general de la Coordinación Organizadora de la Unidad Campesina (COUC) en Sinaloa.

Señaló que el Servicio de Administración Tributaria (SAT) investiga actualmente el contrabando de azúcar, práctica que golpea directamente a los productores nacionales al desplomar aún más los precios en el mercado. “Mientras algunos se enriquecen a costa de la ilegalidad, nuestros agricultores trabajan con sacrificio y sin apoyos suficientes para sostener la producción”, expresó.
De acuerdo con Espinoza Laguna, la producción agropecuaria nacional pasó de 294 millones de toneladas en 2022 a 284 millones en 2024 y todo apunta a que en 2025 continuará la tendencia negativa. En el caso de granos y oleaginosas, México se ha convertido en el segundo importador mundial, con un déficit de 25 millones de toneladas de maíz y más del 50 por ciento de sus necesidades cubiertas por importaciones.
“Esto contradice el discurso oficial de autosuficiencia alimentaria, que no pasa de ser solo un enunciado político”, afirmó. En Sinaloa, agregó Espinoza Laguna, los productores de maíz enfrentan la devaluación del peso que deprime las exportaciones, precios internacionales en picada y la ausencia de programas de diversificación.
El dirigente campesino subrayó que los agricultores no solo compiten con sus pares locales, sino también con productores de Brasil, Estados Unidos o Argentina. “Para sobrevivir en este mercado globalizado necesitamos capacitación, financiamiento, innovación y estrategias de comercialización, no solo discursos vacíos”, dijo.
Asimismo, lamentó que los programas gubernamentales resulten insuficientes y mal enfocados. Recordó que los precios de garantía solo alcanzan a pequeños productores, mientras que medianos y grandes, quienes sostienen gran parte de la producción, enfrentan los riesgos sin una red de seguridad.
Espinoza Laguna lanzó tres llamados: que se castigue de manera ejemplar a quienes participan en el contrabando de azúcar, que se diseñe una verdadera política de Estado con visión de largo plazo y que se apueste por la capacitación y competitividad de los agricultores.
“El campo sinaloense resiste, pero no puede resistir indefinidamente. Necesitamos que nuestros legisladores federales y el gobierno dejen de lado la retórica y empiecen a construir soluciones reales”, concluyó el dirigente de la COUC.
REDACCIÓN/VISION CIUDADANA.