

Investigador de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) realizó una estancia académica en la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN, por sus siglas en francés), en Ginebra, Suiza, donde participó en un proyecto para mejorar los aceleradores de partículas, dicho trabajo se centró en optimizar los inyectores del Gran Colisionador de Hadrones (LHC, por sus siglas en inglés), Linac3 y Linac4 con el objetivo de incrementar la transmisión de partículas y obtener más datos en menos tiempo y es que la cadena de aceleradores de LHC tiene alrededor de 13 mil usuarios.
El doctor Cristhian Alfonso Valerio Lizárraga adscrito a la Facultad de Ciencias Físico-Matemáticas (FCFM) colaboró en la etapa inicial de los aceleradores, considerada clave porque ahí se generan las partículas que después son aceleradas hasta alcanzar las colisiones dentro del LHC. Dijo que su trabajo también consistió en perfeccionar los detectores que miden la transmisión del haz, es decir, cuántas partículas logran avanzar en la línea de aceleración, un factor que impacta directamente en la calidad de los experimentos.
Durante esos 30 días de trabajo en el CERN, Valerio Lizárraga analizó señales, redujo ruidos en los detectores y mejoró un sistema capaz de reconstruir el perfil del haz, “esto nos permitió predecir con mayor precisión el comportamiento de las partículas y ajustar los magnetos que las confinan en el acelerador”, explicó.
Destacó que esta colaboración forma parte de un esfuerzo internacional liderado por Richard Scrivens, quien también fue su asesor de doctorado y recordó que de estancias previas en el CERN fueron parte de resultados relevantes, como la introducción de iones de oxígeno en el LHC, lo que abrió nuevas oportunidades para la física de altas energías; la actual colaboración busca dar continuidad a estos avances y aportar datos valiosos a la comunidad científica global, sostuvo.
El Miembro del Sistema Nacional de Investigadoras e Investigadores (SNII) de la Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación, subrayó que, aunque gran parte de este trabajo se enmarca en la física básica, sus aplicaciones son más cercanas a la vida cotidiana de lo que se piensa.
“Los resultados que obtenemos en los detectores del LHC se reflejan en artículos científicos internacionales y en aplicaciones que llegan a la industria, (…), un ejemplo es el dopaje de semiconductores, proceso esencial en la fabricación de dispositivos electrónicos, que en muchos casos solo puede realizarse mediante aceleradores de partículas”, explicó.
Por último, el doctor Cristhian Alfonso Valerio Lizárraga precisó que el impacto de estas investigaciones no se limita a la frontera de la física, sino que también abre la puerta a desarrollos tecnológicos con aplicaciones industriales, médicas hasta nuevas formas de producir energía nuclear.