columna joseluis

En la disputa por la sucesión presidencial al interior de MORENA, el hecho de que el presidente López Obrador haya incluido en su abanico de prospectos al senador Ricardo Monreal, y declarar que no tenía favorito, ante evidencias anteriores, esto sin duda es un paso atrás que les ayuda, y se ayuda el presidente, a la unidad y estabilidad de su partido.

 

Este paso atrás detiene dos procesos en curso que ya empezaban a correr como trenes en sentido contrario. Me refiero al “placeo” del presidente que le dio a la jefa de gobierno Claudia Sheinbaum, y por otro lado el ignorar la figura de Ricardo Monreal, al extremo que el senador se declaró inobjetablemente como candidato al afirmar que “el aparecería en las boletas del 2024 con el apoyo de MORENA”, en claro reto a la omisión del presidente López Obrador.

 

Ya no tiene discusión que la sucesión de López Obrador ya empezó, que el dio el banderazo y casi nominó a la candidata de su partido, pero es obvio que el “cale” que dio no le resultó y tuvo que retroceder en las dos acciones que le estaban descontrolando, y con mucho riesgo de que fueran en su contra.

 

Lo cierto que este primer “entre” que provocó el presidente casi llegó al punto de definir los prospectos de todas las formaciones, como es el hecho de que en MORENA ya solo han quedado tres, la coalición “Va por México” anunció seis hasta ahora y Movimiento Ciudadano ya tiene tres bien atrincherados.

 

Sin duda, la reforma eléctrica va a perfilar los frentes de los que desde ahora podemos perfilar: Uno el de MORENA; Dos el del PRI-PAN-PRD; Y tres, el de MC.

 

Es seguro que MORENA votará a favor de la reforma eléctrica y hay altas probabilidades de que “Va por México” se mantengan unido, con MC aliado en el voto contra la reforma eléctrica, lo que significaría una derrota legislativa para AMLO y MORENA y un triunfo legislativo para la oposición, lo que no significaría en automático un nuevo frente electoral opositor contra AMLO que incluya a MC, pero desde ahí puede suceder.

 

Por eso, la inteligencia de AMLO de no seguir presionando a MORENA para una definición con tanta anticipación a favor de Claudia Sheinbaum, y haber dado un paso atrás, precisamente por los riesgos de la reforma eléctrica y la proximidad del referéndum revocatorio, establecido para marzo del 2022. Detuvo quizá un salto al vacío.