columna joseluis

Muy pronto, en la próxima elección de presidente estatal del PAN en Sinaloa, quedará zanjada una de las disputas más duras que ha vivido ese partido en los últimos tiempos. Se trata del relevo generacional histórico y la mutación ideológica del conservadurismo religioso al nuevo liberalismo, debate que vive también el panismo nacional que aún no concluye.

 

Ya son más de diez  años desde que Adolfo Rojo Montoya encabeza una camada de nuevos jóvenes panistas, que ni son los clásicos “persignados” que vienen de las corrientes religiosas, ni tampoco los reformadores culturales de ese partido, el cual se encuentra en busca de identidad desde hace casi dos década, cuando ganó la presidencia de la república.

 

Hay quienes dicen que el PAN nació para ser oposición al gobierno, tanto es así que tuvo su primer candidato presidencial hasta 1958, cuando don Luis H. Álvarez disputó la presidencia del país  a Adolfo López Mateos, casi 20 años después de sus fundación, como una clara muestra de había decidido una batalla cultural contra el cardenismo que predominó en aquella época. 

 

En Sinaloa, tradicionalmente existió una corriente ideológica muy poderosa que dirigió, en todas los sentidos, al PAN hasta 1995 cuando Sadol Osorio, el Dr. López Brito, Humberto Rice, Marco Antonio Almaral y otros ganan la elección en casi todo Sinaloa, surgen muchos nuevos líderes que ya no permitieron a aquella corriente cuasi religiosa volviera al control del PAN. 

 

Dicho fenómeno se vuelve a presentar con Heriberto Félix Guerra, que aunque se frustró la gubernatura el 2004, dejó una clase panista que desde entonces lidera Adolfo Rojo, como cabeza más visible, y a quien han impedido, usando todos los medios posibles, que llegue a la dirigencia del PAN en Sinaloa pese a ser la fuerza más representativa del panismo.

 

Uno de los factores que ha decidido más en los últimos tiempos para bloquear a Rojo Montoya en Sinaloa, han sido dirigentes y líderes municipales los que han maniobrado para bloquearlo como reflejo de los restos de fuerzas que aun poseen  esos grupos tradicionales del PAN histórico de Sinaloa que patrimonializaron al partido, y que prefirieron conservarlo como trinchera más que como instrumento de cambio y que ahora sobrevive lastimando al PAN y no dándole sus últimos esfuerzos políticos para que se consolide una nueva época dentro del panismo sinaloense. 

 

Van a competir por la dirigencia del PAN en Sinaloa Adolfo rojo Montoya y un joven panista de la pléyade que se incorporó en la lucha del 2004 que encabezo Heriberto Félix guerra, Juan Carlos Estrada de Choix, quien seguramente volverá a perder en este su segundo intento y que tendrá que estar al  pendiente, tanto y sobre todo  el “popo” Rojo como para todo el panismo sinaloense: ¿Qué PAN van a construir en Sinaloa de aquí al 2021?

 

Eso no está en la discusión entre Juan Carlos y Adolfo Rojo, ellos se disputan la dirigencia estatal, pero los dos tienen una enorme debilidad, no se plantean en la discusión las siguientes cuestiones: ¿Qué harán de aquí al 2021? ¿Quién será su candidato a gobernador? ¿Qué tipo de campaña se proponen? ¿Van a ir solos o en coalición? ¿Se inscribirán en la tendencia del 2 de junio de ser la oposición a AMLO? ¿a quienes proponen para ser candidatos a gobernador?

 

En fin, hay tanto que preguntar y conocer de esa fuerza política sinaloense tan importante que para cuando se decida quién es su presidente estatal, ojalá ya tengan algo claro.