columna jose luis lopez duarte

 

Ahora resulta que los culpables de que no se haya aprobado por el congreso del estado lo que la suprema corte mandato de legalizar en Sinaloa los matrimonios igualitarios es responsabilidad de MORENA y el PRD, partidos que votaron a favor, y no de quienes lo hicieron en contra, quienes incluso, transportaron porra en vehículos oficiales de la SEPyC, diputados que vendieron su voto en contra  así como  tiene su mayor responsabilidad el líder de la bancada del PRI, quien traiciono de esta manera todo su bagaje, Recae en ellos la mayor responsabilidad.

Después del fallo del pasado martes,  como  una horda de salvajes con la orden de linchamiento, se han lanzado contra quienes  votaron por la resolución de la suprema corte de que se legisle en Sinaloa sobre matrimonios igualitarios. Como si quienes votaron a favor,  fueran quienes violentan la ley.  Mientras que una mayoría de ocasión pretende negar y se niegan a reconocer ese derecho ya establecido en las leyes del país 

No solo es la figura de la coordinadora de MORENA en el congreso, Graciela Domínguez, si no la del mismo partido de AMLO a quienes se pretende colocar en el patíbulo político como si no fueran los tránsfugas de interés y  eternos oportunistas del PRI los responsables de ese vulgar juego político que implica un desacato a la suprema corte. 

Incluso es de ponderar el rol del gobierno del estado, la iglesia católica y grupos religiosos diversos, que se inmiscuyeron en la decisión del congreso del estado que resulta deleznable, sobre todo en el gobierno del estado y su titular, que en lugar de velar y hacer valer las leyes, contribuyen a violentarlos como ha sido el caso.

Ahora no falta quienes realicen campaña enalteciendo a los tránsfugas interesados, como si la mayoría de ellos se hubiesen distinguido por desarrollar ideas y discursos en torno al tema, y que pretendan ser  hoy “parteaguas” de las decisiones  del congreso del estado y que simulen haber dejado de ser marionetas al  mejor postor.

El congreso del estado ha sido lastimado en su institucionalidad no solo por el desacato de una mayoría de diputados, sino por la intromisión de poderes  que siempre han existido en su interior a sabiendas de que titulares de la SEPyC  han sido líderes de alguna secta. 

La ofensiva contra el congreso del estado fue ilegal desde varios ángulos y como también la decisión de no legislar a favor de los matrimonios igualitarios, reflejo de lo que son capaces el oscurantismo, el oportunismo político, la corrupción y la hipocresía,  mezclado en una sola copa.