columna jorge luis telles circular

 

= Un éxito el operativo, dijeron las autoridades

 

= En total, 46 muertes en las 18 municipalidades

 

= Sinaloa sigue a la baja en incidencia de homicidios

 

= Desahogó el PAS dinámica agenda de actividades

 

= Y suman ya 47 años de ejercicio periodistico

 

En el periodo comprendido entre el sábado 13 y el domingo 21 de abril, un total de 46 personas perdieron la vida dentro de territorio sinaloense; pero solo fueron 22 los decesos, por alguna causa relacionada con las vacaciones de Semana Mayor, de conformidad con las cifras proporcionadas por el secretario de Seguridad Pública del Gobierno del Estado, Cristobal Castañeda Camarillo.

Las 24 defunciones restantes entraron en el catálogo de homicidios dolosos, que nada tuvieron que ver con la fecha ni con el operativo implementado por las autoridades estatales – encabezadas por el gobernador Quirino Ordaz Coppel -; o sea que con dispositivo o sin él, hubieran muerto, de todas maneras, lo que en modo alguno es una justificante satisfactoria.

Bajo esta aclaración, el operativo de seguridad fue un éxito de cualquier manera puesto que las 22 muertes representan un decremento de 21. 42 por ciento, con respecto al año pasado. Y bueno, fue un éxito pues. Ningún gobierno, de ninguna época, reconocerá jamás lo contrario.

Para satisfacer su morbosa curiosidad, amigo lector, puntualizamos que de esos 22 fallecimientos, 11 fueron consecuencia de accidentes viales; 7, de asfixia por inmersión (ahogados pues); 2, por accidentes acuáticos; 1, por atropellamiento y uno más, por bronco aspiración. El detalle es cortesía del coordinador del sistema estatal de Protección Civil, Francisco Vega Meza.

La cifra, entonces, mejoró con relación a la estadística del año pasado, no obstante que ahora se registró un aumento de 31. 25 por ciento, en cuanto a la afluencia de visitantes a los centros de veraneo de la entidad, todos ubicados bajo la lupa de este operativo, liderado por el propio gobernador Quirino, quien lo monitoreó, día día, ya desde una playa del centro del Estado, ya en una del norte, ya en una del Sur. Ordaz Coppel le metió ganas al asunto, alentado por la idea de anunciar una semana blanca justo la noche del domingo de resurrección.

Hay que decir que un saldo inmaculado es materialmente imposible. Hablar de 2 millones de visitantes representa el 60 por ciento de la población sinaloense, lo que obliga a esfuerzos sencillamente impresionantes, cuando se trata de gente, como la de nuestra entidad, altamente proclive a la diversión.

De cualquier modo el resultado es bueno. Los otros 24 difuntos nada tuvieron que ver ni con la Semana Santa, ni con las vacaciones, ni con la fiesta en las playas, de acuerdo a los criterios de la autoridad.

Enhorabuena, entonces.

 

 

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Y bien.

Independientemente de las consideraciones anteriores, tiene que reconocerse que algo está haciendo bien – más que bien – el gobierno de Quirino Ordaz Coppel puesto que Sinaloa no solo ha salido del grupo de los Estados más violentos del país, sino que se ha colocado en el lugar número 27 de los 32 estados de la república, incluida la morenísima Ciudad de México. Esto, con datos del Sistema Nacional de Seguridad Pública, difundidos aquí por el secretariado ejecutivo, que encabeza Renato Ocampo Alcantar.

De conformidad con lo anterior, en Sinaloa el índice de homicidios dolosos ha caído hasta en un 21 por ciento, con respecto al mismo periodo del año pasado, mientras que, a nivel nacional, el porcentaje se ha disparado en un 10 por ciento, para hacer, del primer trimestre del 2019, el más violento de toda la historia de nuestro México querido.

Las cifras son contundentes. Y algo más: son las mismas reconocidas por el propio Sistema Nacional de Seguridad Pública, reflejo inequívoco del creciente deterioro de nuestra sociedad.

Aquí, en Sinaloa, no hay duda. La notable baja en el índice de homicidios es resultado de las acciones apuntaladas por la administración gubernamental de Quirino Ordaz Coppel, con el apoyo de la Secretaría de la Defensa Nacional, la Marina Armada de México, la Policía Federal y las corporaciones estatales.

Se trata, hay que decirlo, de una actividad que no admite punto de repos. Al mejor bajón de guardia, la criminalidad podría repuntar. Ha sucedido una y otra vez.

Es por eso que el gobernador del Estado ya solicitó, oficialmente, la participación de la Guardia Nacional, como una medida ineludible para entregarle a los sinaloenses las condiciones de tranquilidad y seguridad, permanentemente demandadas.

Atentos pues.

 

 

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Mientras.

Sin distraerse de la operación de sus 30 programas institucionales, el Partido Sinaloense – con Héctor Melesio Cuen como punta de lanza – desahogó intensa agenda de trabajo durante los días de Semana Mayor, alrededor de un eje más que obligado: la prevención de accidentes y la seguridad de los paseantes que, como cada año, atiborraron los puntos de veraneo de la entidad.

El programa cubrió 40 centros de recreo, entre playas, balnearios y otros sitios de atractivo turístico, a los que se incluyó con acciones tales como:

-Reparto de 65 mil trípticos, con temas de prevención para vitar percances.

-Cobertura en los cruceros de las principales ciudades del Estado.

-Labores de concientización entre los vacacionistas, para el cuidado del medio ambiente y para la protección de la salud, a través de diversas actividades deportivas y culturales.

En su totalidad, el programa lo operaron los 623 subcomités municipales del PAS, así como la estructura del Comité Directivo Estatal, bajo la conducción de Melesio Cuen, sin perder de vista (subrayamos) sus programas institucionales de sobra conocidos.

Lo del Partido Sinaloense es algo que se le debe reconocer: su trabajo es incesante, cuando todavía está lejos el siguiente proceso electoral.

Puede y sea precisamente por eso. Para ganar todo el tiempo posible, de aquí al 2021.

¿Será?

 

 

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En tanto.

La plana mayor de la Fundación Cultural “Enrique Peña Gutiérrez” (Olga Peña Inzunza, Nicolás Vidales, José Angel Pescador Osuna, Raúl René Rosas Echavarría, David Rubio Gutiérrez y Huascar Peña) abrieron ayer, en presencia de representantes de medios de comunicación, las plicas jurídicas que salvaguardaban los nombres de los ganadores de la edición 2019 del certamen nacional de poesía y cuento, que lleva el nombre de “Enrique Peña Gutiérrez”, precisamente.

Y a diferencia del año pasado, cuando los triunfadores fueron dos jóvenes sinaloenses – y de la zona del Evora, los dos -, ahora la victoria en el concurso fue para dos escritores, también jóvenes, pero de otros puntos del país.

En efecto, el premio a poesía fue para Omar Cadena Aragón, de Hermosillo, Sonora, con su poemario “La Isla de la Melancolía”.

Y de cuento, para Alejandro García, de la ciudad de México, con un trabajo cuyo título es más que revelador: Surcos en la Tierra.

Ambas obras fueron ampliamente ponderadas por los integrantes del jurado calificador, quienes coincidieron en que se trató de un trabajo agotador, ante el elevado número de obras presentadas; pero que, ante la calidad de las mismas, fue una labor que valió la pena, verdaderamente.

Los premios serán entregados el miércoles 22 de mayo, en el campus de la Universidad Autónoma de Sinaloa, en Mocorito. Presente en la reunión, su presidente municipal, Guillermo Galindo, extendió la invitación correspondiente.

Por allá nos veremos.

 

 

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Por otro lado.

La historia que repetimos, año con año: un día como hoy (24 de abril), de 1972, se publicó, debidamente firmada, nuestra primera nota periodística, en una de las planas de la sección deportiva de El Sol de Sinaloa, matutino todavía impreso en la llamada “prensa caliente” (en blanco y negro, por ende), pero que era el líder indiscutible en el periodismo de nuestra entidad.

Este hecho es nuestro punto de referencia, para marcar el arranque de nuestra carrera en el quehacer periodístico de Sinaloa, que suma ya 47 años de manera ininterrumpida. O sea: estamos a tres años de un aniversario emblemático.

Primero, fueron 8 años, en la sección deportiva y luego 7 en la información general, antes de brincar a nuestro primer puesto de dirección en el ya desaparecido Diario de Sinaloa , a los que continuamos en El Fronterizo, de Ciudad Juárez, Chihuahua y luego en El Sol de Sinaloa, aquí en Culiacán, del cual motivos eminentemente políticos nos dejaron fuera, para no volver, un 17 de diciembre de 2010, a menos de dos semanas de la asunción de Mario López Valdez al gobierno del Estado.

Ya vamos para 9 años en los llamados medios alternativos, combinándolos con apariciones en la radio y la televisión, siempre con nuestra columna Agenda Política, como la clásica punta de lanza. Una gran aventura en la que hemos tenido como compañeros a grandes y entrañables amigos: Heriberto Millán, Leonel Solis, Juan Manuel Pineda, Roberto Riveros y Fermín Rosas, entre otros.

Salud por eso.

Y por lo que todavía está por venir.

 

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Y hasta aquí por ahora.

Nos vamos ya, con nuestros deseos de siempre: que Dios los bendiga.